Vega de Enol (Cangas de Onís), Alba SÁNCHEZ R.
Continuidad en el aprendizaje y ayuda por parte de las administraciones competentes para poder iniciarse como pastores elaboradores de queso gamonéu del puerto. Eso fue lo que pidieron ayer tanto alumnos como pastores y alcaldes de los municipios implicados durante la clausura del VI Curso de la Escuela de Pastores de Picos de Europa, cuyo objetivo es que la profesión se mantenga y sea una realidad en las majadas de altura.
Los dos alumnos que convivieron durante cinco meses con los pocos pastores que aún quedan en las majadas del parque nacional, Arianne García Rozas (de 31, años natural de León) y Luis Madrid Vergara (de 27 años y natural de Madrid) se mostraron ayer contentos y agradecidos, pero no pudieron ocultar el vacío que ahora se abre ante su futuro profesional. ¿Y ahora qué? Arianne García sostiene que si le llegara la oportunidad sin duda la cogería. Luis Madrid, según finalizó los estudios universitarios de Ciencia Políticas y Administración, tuvo claro que su apuesta sería por el mundo rural. «Esto es lo que quiero, pero necesitaría estar todo un año para poder hacer el aprendizaje completo», resaltó.
Al acto acudió el director del Parque Nacional, Rodrigo Suárez Robledano, quién confía que el año que viene se pueda apoyar más al proyecto. El alcalde de Onís, José Manuel Abeledo, aprovechó para hablar de una materia que preocupa mucho en los Picos: la polémica del lobo. Abeledo cree que hay que trabajar en otro modelo de gestión en que se pueda llegar a un entendimiento para controla la población de cánidos.
Todo este proyecto para que el relevo generacional del pastoreo en sea una realidad contó con la colaboración de los ayuntamientos de Onís , que alojó a los alumnos en el albergue de la localidad de Gamonéu, y el de Cangas de Onís. Ambos sostienen las instalaciones de las majadas de Gumartini y Belbín, de Guillermo Arregui, quien ha llevado a cabo todo el seguimiento y coordinación del aprendizaje sobre el terreno.
También colaboraron el profesorado teórico que impartió clases de forma voluntaria, el Consejo Regulador de la D.O. de Queso Gamoneu y el Centro de Interpretación del Queso Gamoneu, bajo gestión de Cantábrico Desarrollo-Turístico, donde se impartieron las clases teóricas.
Pero sin duda quien puso todo su saber y su esfuerzo tanto humano como económico fueron los pastores, Cándido Asprón, de la majada de Belbín; Covadonga Fernández, de Gumartini; y Pepitu González, de Fana.